COMO UNA MARIPOSA VOLANDO HACIA LA LIBERTAD
Hubo una etapa de mi vida en que me sentí oruga, atrapada en
un capullo sin poder abrir mis alas y volar, sufría mucho, me frustraba y vivía
llena de impotencia. Entonces una noche soñé que yo renacía, rompía el capullo
y me convertía en mariposa, una hermosa mariposa, libre y dueña de su vida, fue
un sueño muy hermoso y revelador. Al día siguiente desperté con ganas de
comerme el mundo, comprendí que por ningún motivo podía seguir siendo oruga,
necesitaba abrirme y librarme de la codependencia en que vivía. Comprendí que
nadie iba a otorgarme la libertad anhelada más que yo misma, porque no era
presa de una cárcel ya que no había cometido ningún delito, jamás había sido
juzgada ni condenada simplemente yo me había dejado encerrar sin decir pío. No
me encerró nadie en especial, ahora comprendo que no es necesario culpar a
nadie, sí me sentía yo presa pero sólo yo soy responsable por permitir esa
situación, fui yo la que no se hizo valer y respetar porque no me sentía segura
ni fuerte. Pedía y pedía pero no pedía con firmeza, con seguridad y no era
escuchada, yo misma no me escuchaba, no me respetaba, ni creía en mi cómo iban
a hacerlo los demás. Hasta ese día en que comprendí cuánto me amaba y cuánto
valía, cambie mi actitud, primero hacia mi misma y luego hacia los demás, al
principio todos estuvieron muy sorprendidos pero increíblemente quién antes no
me escuchaba ahora me respeta, me valora y me demuestra su amor, conseguí mi
libertad y ahora puedo amar sin frustración.
Sí amiga así como yo me sentía oruga quizás muchas de
ustedes se han sentido, es normal y a muchas mujeres nos sucede. La raíz de
esta situación está en nuestra cultura, hemos escuchado mucho eso de que
obedecer a los esposos, de que la mujer debe seguir a su marido si es necesario
al fin del mundo, de que es nuestra obligación servirlos y no se cuántas cosas
más, y por cumplir con todo eso a veces nos pasamos de la raya y los hacemos
sentirse dioses del Olimpo, y claro con el tiempo nos sentimos utilizadas,
desvaloradas y nos llenamos de frustración, entonces la libertad se convierte
en nuestro más anhelado sueño. Muchos matrimonios o relaciones pueden irse al
traste por esta situación ya que una mujer desesperada y en busca de aceptación
puede confundirse y cometer muchas locuras. A nuestra pareja no hay que
obedecerle sino decidir juntos y llegar a acuerdos, no hay que seguirlos sino
caminar juntos, atenderlos por gusto no por imposición ni obligación y buscar
una reciprocidad ya que ellos también nos pueden atender o atenderse solos si
es necesario. Por supuesto no es tan fácil abrir un día los ojos y darnos
cuenta de que valemos, es un proceso lento como
la oruga que tarda mucho tiempo luchando dentro del capullo, tiempo en
el que ella se arma de valor y mucha paciencia para esperar que su cuerpo
desarrolle las fuerzas, los músculos y las alas necesarias para romper el
capullo y volar hacia un mundo nuevo con toda la seguridad que le da sentirse
hermosa porque todas las mariposas son muy bonitas, todas diferentes pero muy
bonitas.
Ninguna mujer debería seguir sintiéndose oruga pues todas
somos bellas mariposas, aprendamos a valorarnos amigas. No es malo amar y
entregar, lo que está mal es perderse una misma en esa entrega, entrégate y ama
pero mantén tu libertad y tu esencia intactas.
Y ojo no sólo existen orugas víctimas de una relación de
pareja, también hay madres orugas, profesionistas orugas, etc. Ya que el
síndrome de la oruga se puede encontrar en muchos roles de la mujer pero se
aplican los mismos consejos, necesitas abrir un día los ojos, armarte de
paciencia y de valor como la oruga y romper ese capullo que te ahoga para
convertirte en una mariposa libre que va de flor en flor depositando la semilla
de la vida.
Pero no olvidemos un detalle, las mariposas cuando son
orugas y están en su capullo no pueden recibir ayuda para liberarse sino nunca
aprenderán a volar, lo mismo nosotras necesitamos descubrir solas nuestro
valor, la fuerza que nos impulse debe venir sólo de nuestro interior ya que del
exterior sólo aplausos que den ánimos jamás una mano que nos ayude a romper el
capullo.
¡Como una mariposa soñando con muchas mariposas hermosas y
si somos monarcas que mejor!
Besos de mariposa a mariposa
Eva..
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