miércoles, 8 de mayo de 2013

COMO UNA MARIPOSA VOLANDO HACIA LA LIBERTAD


COMO UNA MARIPOSA VOLANDO HACIA LA LIBERTAD

Hubo una etapa de mi vida en que me sentí oruga, atrapada en un capullo sin poder abrir mis alas y volar, sufría mucho, me frustraba y vivía llena de impotencia. Entonces una noche soñé que yo renacía, rompía el capullo y me convertía en mariposa, una hermosa mariposa, libre y dueña de su vida, fue un sueño muy hermoso y revelador. Al día siguiente desperté con ganas de comerme el mundo, comprendí que por ningún motivo podía seguir siendo oruga, necesitaba abrirme y librarme de la codependencia en que vivía. Comprendí que nadie iba a otorgarme la libertad anhelada más que yo misma, porque no era presa de una cárcel ya que no había cometido ningún delito, jamás había sido juzgada ni condenada simplemente yo me había dejado encerrar sin decir pío. No me encerró nadie en especial, ahora comprendo que no es necesario culpar a nadie, sí me sentía yo presa pero sólo yo soy responsable por permitir esa situación, fui yo la que no se hizo valer y respetar porque no me sentía segura ni fuerte. Pedía y pedía pero no pedía con firmeza, con seguridad y no era escuchada, yo misma no me escuchaba, no me respetaba, ni creía en mi cómo iban a hacerlo los demás. Hasta ese día en que comprendí cuánto me amaba y cuánto valía, cambie mi actitud, primero hacia mi misma y luego hacia los demás, al principio todos estuvieron muy sorprendidos pero increíblemente quién antes no me escuchaba ahora me respeta, me valora y me demuestra su amor, conseguí mi libertad y ahora puedo amar sin frustración.
Sí amiga así como yo me sentía oruga quizás muchas de ustedes se han sentido, es normal y a muchas mujeres nos sucede. La raíz de esta situación está en nuestra cultura, hemos escuchado mucho eso de que obedecer a los esposos, de que la mujer debe seguir a su marido si es necesario al fin del mundo, de que es nuestra obligación servirlos y no se cuántas cosas más, y por cumplir con todo eso a veces nos pasamos de la raya y los hacemos sentirse dioses del Olimpo, y claro con el tiempo nos sentimos utilizadas, desvaloradas y nos llenamos de frustración, entonces la libertad se convierte en nuestro más anhelado sueño. Muchos matrimonios o relaciones pueden irse al traste por esta situación ya que una mujer desesperada y en busca de aceptación puede confundirse y cometer muchas locuras. A nuestra pareja no hay que obedecerle sino decidir juntos y llegar a acuerdos, no hay que seguirlos sino caminar juntos, atenderlos por gusto no por imposición ni obligación y buscar una reciprocidad ya que ellos también nos pueden atender o atenderse solos si es necesario. Por supuesto no es tan fácil abrir un día los ojos y darnos cuenta de que valemos, es un proceso lento como  la oruga que tarda mucho tiempo luchando dentro del capullo, tiempo en el que ella se arma de valor y mucha paciencia para esperar que su cuerpo desarrolle las fuerzas, los músculos y las alas necesarias para romper el capullo y volar hacia un mundo nuevo con toda la seguridad que le da sentirse hermosa porque todas las mariposas son muy bonitas, todas diferentes pero muy bonitas.
Ninguna mujer debería seguir sintiéndose oruga pues todas somos bellas mariposas, aprendamos a valorarnos amigas. No es malo amar y entregar, lo que está mal es perderse una misma en esa entrega, entrégate y ama pero mantén tu libertad y tu esencia intactas.
Y ojo no sólo existen orugas víctimas de una relación de pareja, también hay madres orugas, profesionistas orugas, etc. Ya que el síndrome de la oruga se puede encontrar en muchos roles de la mujer pero se aplican los mismos consejos, necesitas abrir un día los ojos, armarte de paciencia y de valor como la oruga y romper ese capullo que te ahoga para convertirte en una mariposa libre que va de flor en flor depositando la semilla de la vida.
Pero no olvidemos un detalle, las mariposas cuando son orugas y están en su capullo no pueden recibir ayuda para liberarse sino nunca aprenderán a volar, lo mismo nosotras necesitamos descubrir solas nuestro valor, la fuerza que nos impulse debe venir sólo de nuestro interior ya que del exterior sólo aplausos que den ánimos jamás una mano que nos ayude a romper el capullo.
¡Como una mariposa soñando con muchas mariposas hermosas y si somos monarcas que mejor!
Besos de mariposa a mariposa
Eva..


No hay comentarios.:

Publicar un comentario