DE PRINCIPE AZUL …. A
SIMPLE MORTAL MASCULINO
“Entre más expectativas más frustación”.
Por supuesto, nada más cierto. Las mujeres tenemos la mala
costumbre de que cuando iniciamos una relación idealizamos a nuestra pareja,
vemos a ese hombre como nuestro príncipe
azul, ese que hemos esperado toda la vida. Y esto lo único que hace es
impedir que se dé una relación más profunda, porque esperamos que él nos de
todo: que nos ame con todo su corazón, que nos atienda, que nos mime, que nos
procure al más mínimo deseo, que nos resuelva la vida, que no le interese nada
más que nosotras, que nos mantenga, que nos entienda y comprenda, que nos
adivine el pensamiento, que nos salve de cualquier peligro, etc.
¡Uff! Qué hombre puede con tanto, NINGUNO, claro que no,
llevar todas esas expectativas femeninas hace que muchos hombres se sientas
asfixiados, les de miedo el compromiso y ESCAPEN A LA PRIMERA SEÑAL DE PELIGRO:
COMPROMISO O MATRIMONIO.
Al principio ese enamorado es todo lo que habíamos deseado
en un hombre, y si no tiene alguna cualidad de las que nosostras buscamos hasta
se las inventamos con tal de mantener la maravillosa ilusión de que es nuestro
príncipe azul, pero conforme pasa el tiempo, pesa más todo lo que esperamos de
él, comenzamos a sentirnos frustadas, se los reprochamos, y hasta podemos
llegar a odiarlos por no ser eso que nosotras esperábamos que fueran. La
emoción de los primeros encuentros, la explosión de sentimientos que ocurre
durante el enamoramiento, y la educación que hemos recibido nos bloquean y
hacen que nos veamos las cosas tal como son desde el principio.
De niñas nos enseñan a depender, que esta permitido llorar,
a ser frágiles, a aceptar la ayuda de los demás. A los hombres les dicen que
deben ser duros, fuertes, independientes, que deben valerse por sí mismos. A nosotras nos cuentan el final de que se
casaron y vivieron muy felices, como si casarse asegurará definitivamente la
felicidad, no¡ . Mientras que ellos crecen jugando al futbol y a las guerritas,
y jamás se les pone al príncipe azul como modelo a seguir. Así que nosotras las
princesas podremos quedarnos esperando y hacernos viejas en la espera porque
los príncipes nada más existen en los cuentos.
A veces somos capaces de todo por un hombre, hasta ir en
contra de nuestros propios sueños y de nosotras mismas, con tal de se haga cargo de nosotras. Pero en
realidad deberíamos hacernos consientes de que alcanzar nuestra independencia
económica y emocional sólo depende de nosotras mismas, necesitamos
responsabilizarnos de nuestra propia existencia, no dejárselo a ellos, tú eres
responsabilidad tuya no de tu pareja. No es fácil, pero si lo intentas tus
relaciones cambiarán.
Lo mejor que te podría pasar es que aprendas a amar a tu
pareja con conciencia, con libertad, sin esperar que él viene a resolverte la
vida, sino a compartirla contigo. Aceptar que ambos tendrán cosas buenas y malas,
pero que deben aceptarse, protegerse uno al otro, ayudarse y lo más importante amarse
mutuamente. Aprende a amarte a ti misma y aprende amar a tu pareja con los ojos abiertos.
¡NO IDEALIZES! MEJOR ACEPTA , ENTREGA Y ABRE TU CORAZÓN PARA
RECIBIR AMOR.
PERO NUNCA TE
TRAICIONES A TI MISMA.
Eva..
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